Cuando los europeos llegaron al continente americano en el siglo XVI, quedaron impresionados ante las expresiones culturales de los pueblos autóctonos y la exuberancia del entorno que habitaban.
Entre las rarezas que hallaron, había una criatura a la que inicialmente confundieron con un caballo enano. Se trataba en realidad del xoloitzcuintle, un canino ancestral endémico de México y Centroamérica.